miércoles, 17 de febrero de 2010

Surf en Cataluña

Por fin terminaba el ciclo lectivo, después de un año duro en los estudios, lo que menos quería ver eran libros. Estaba muy feliz ya que me había reservado una actividad muy especial para el verano: aprendería a hacer surf, actividad la cual no había tenido oportunidad de aprender por alguna razón u otra, pero que siempre tuve deseos de conocer.

Había reservado un lugar en una escuela de surf en La Coruña , en un campamento para adultos. El viaje lo hice en tren, y a pesar de ser un trayecto un poco largo, el tiempo pareció volar; es que estaba muy emocionado, por fin me iba a divertir, tanto sacrificio durante el año tendría su recompensa. Al llegar me tomé un bus hasta las instalaciones.

Ni bien llegué, conocí un grupo de personas bastante lindo, entre los profesores, monitores, y el resto d elas personas que allí acudían; todo esto en un almuerzo de bienvenida que habían organizado allí. Luego de un rato, y para mi felicidad, empezaron las clases; por fin participaba de uno de estos campamentos en Galicia.

Primero lo básico, nos hablaron acerca del traje de neoprén, de como utilizar la tabla, saber qué olas se pueden montar y qué otras no. Debo decirles que al comienzo me pareció una tarea casi imposible mantener el equilibrio en una de esas tablas, me daba mucha rabia ver como los profesores se paraban en ellas a su antojo; no lo podía entender.

Afortunadamente, al pasar los días fui aprendiendo cada vez más como pararme en la tabla y montar las olas, es una sensación muy particular. Pero eso no era lo único que hacíamos, también podíamos hacer otras actividades , como visitar el acuario "La casa de los peces" , o el planetario, o también practocar deportes como futbol-sala o baloncesto.

Finalmente terminó mi estadía en la escuela de surf, antes de eso habían organizado una cena de despedida con toda la gente del lugar. Puedo decir que la pasé muy bien, y mejor aun, en lo que queda de vacaciones, me la pasaré haciendo surf todos los días.